miércoles, 23 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD


Feliz Navidad y próspero 2010

Nicola Pisano: panel del Nacimiento en el púlpito de la Catedral de Siena

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ara Pacis (V). La propuesta de Liam O'Connor

Valentino Rivolta, George Doneo, Liam O’Connor y Daniel Benson, del estudio Liam O’Connor, presentan una gran intervención que supone un cambio radical en el entorno del Mausoleo de Augusto. El elemento central de la propuesta, y único que se conserva de todo el entorno junto con las iglesias de San Rocco y San Girolamo, es el Mausoleo de Augusto, que albergará el museo de arquitectura romana y el Ara Pacis.

Sin llegar a las reconstrucciones “en estilo” de Krier y Culot y Altuna, el equipo de Liam O’Connor propone para el Mausoleo de Augusto la recuperación del cuerpo cilíndrico con sus pilastras y cornisa para crear una terraza elevada. La idea central consiste en vincular el Mausoleo de Augusto, y la figura de éste como primer emperador, con las celebraciones del milenio (el concurso fue convocado en 1997). El traslado del Ara Pacis al interior del mismo quiere simbolizar la concordia y la paz en el nuevo milenio de la misma forma que el Altar simbolizó la Pax romana. Tanto la cubierta como parte del entorno inmediato del mausoleo se cubren con estructuras textiles con las que se pretende dar un aire de festividad milenaria a la zona.


En el exterior, se propone excavar los alrededores del Mausoleo hasta alcanzar el nivel original y a partir de ahí crear un monumental acceso al río que, a diferencia de las anteriores propuestas que recuperaban la escalinata de Ripetta casi en su ubicación original, se inspira en la gran escalinata de la Plaza de España.

Toda el área de actuación planteada en el concurso se somete a reforma, resultando un nuevo barrio con dos grandes ejes: el que crea la escalinata que parte del mausoleo y el ya existente entre las iglesias de San Rocco y San Girolamo, que se vuelve a prologar hacia el río mediante dos pabellones y una escalinata sobre un arco con analogías piranesianas.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Un alma para el espacio litúrgico (VIII)

EL TIEMPO Y EL LUGAR

Uno de los equívocos más difundidos es la obligación moral de dar vuelta el altar hacia los fieles.

"El Liber Pontificalis nos dice que, dos siglos después de Gregorio, el papa Pascual I, en Santa Maria Maggiore, siempre tenía su asiento en medio de la nave, con lo cual los hombres se encontraban delante y las mujeres detrás suyo, mientras el altar permanecía en el fondo. En este caso, nos dicen que el desplazó el trono pontifical hacia el ábside por el fastidio que le producía escuchar a las mujeres hacer comentarios de lo que decía a sus diáconos. Todos estos hechos – y son éstos los hechos que conocemos en torno al origen del altar “dirigido hacia el pueblo” – muestran que la disposición que hicieron famosa San Pedro, en Roma, y la mayor parte de las otras basilicas romanas que siguieron su ejemplo, se remonta indudablemente a una época muy remota y está avalada por una larga práctica de parte de los papas. Pero también muestran claramente que hemos llegado a este punto a través de toda una serie di evoluciones que corresponden en escasa medida a lo que a tantos les gusta imaginar en la actualidad. Lo más importante es que el origen del altar “dirigido hacia el pueblo” tiene poco o nada que ver con el sentido que se le ha atribuido en los tiempos modernos.

Lejos de ser primitivo, el uso de un altar “dirigido hacia el pueblo” es ante todo el resultado relativamente reciente (no es anterior al siglo VI) de una evolución más bien compleja. Todo cuanto sabemos de la celebración primitiva o la celebración estructurada en la época de Constantino indica un altar situado en el fondo del edificio o en medio de la nave. En el primer caso, nadie podía encontrarse frente al celebrante. En el segundo caso, sólo una parte de los presentes se encontraba frente al mismo, y al parecer sólo eran mujeres.

La idea de que una celebración frente al pueblo haya podido ser una celebración primitiva, y especialmente la cena eucarística, no tiene más fundamento que una concepción equivocada de lo que podía ser una comida en la antigüedad, fuese o no cristiana. En ninguna comida de comienzos de la era cristiana quien presidía una asamblea de comensales se encontraba frente a los demás participantes. Todos estaban sentados o tendidos en el lado convexo de una mesa con forma de sigma o una mesa más o menos con forma de herradura. Por lo tanto, la idea de ubicarse frente al pueblo para presidir una comida no podría provenir de parte alguna de la antigüedad cristiana. Más bien dicho, el carácter comunitario de la comida era destacado precisamente por la disposición contraria, es decir, el hecho de que todos los participantes se encontraban al mismo lado de la mesa.

El uso de una mesa redonda o quadrada para la comida, con los comensales sentados alrededor de la misma, es una práctica tardía de la Edad Media. (…) Es preciso agregar asimismo que la descripción del altar romano tardío como un altar “dirigido hacia el pueblo” es puramente moderna. La expresión jamás fue empleada en la antigüedad cristiana. Es desconocida también en el medioevo"(1).

Stat Crux dum volvitur orbis. La Misa es una celebración esencialmente dinamica en la cual se renueva y propone nuevamente el sacrificio del Calvario, reasumiéndose enteramente la historia anterior e posterior de la humanidad. El Redentor permanece clavado en la cruz hasta el fin del mundo, ofreciendo un apoyo misterioso a todo ser umano que naufraga en el torbellino de una vida aparentemente sin sentido. En las iglesias hay que representar la rotación del cosmos y la historia en torno a su eje efectivo, hasta el momento en que se manifieste en forma diáfana en la Jerusalén celestial. La arquitectura debe apoyar este movimiento, resultado que no se obtiene con la disposición superficial de las sillas en torno al altar, porque por lo demás los lugares de la celebración son múltiples. Al respecto, puede ser útil recordar la relación física con el punto cardinal del cual surge el sol.

"El sacerdote dirigido hacia el pueblo da a la comunidad el aspecto de un todo cerrado en sí mismo. Ésta ya no se encuentra – en su forma – abierta hacia delante y hacia lo alto, sino cerrada en sí misma. El acto mediante el cual todos nos dirigíamos hacia el oriente no era una “celebración hacia la pared”, no significaba que el sacerdote “volvía la espalda al pueblo”: éste no se consideraba en suma tan importante. De hecho, así como en la sinagoga todos miraban hacia Jerusalén, aquí todos nos dirigíamos juntos “hacia el Señor”. Empleando la expresión de J. A. Jungmann, uno de los padres de la costitución litúrgica del Concilio Vaticano II, se trata más bien de una misma orientación del sacerdote y del pueblo, conscientes de caminar juntos hacia el Señor. Ellos no se encierran en un círculo, no se miran recíprocamente, sino, como pueblo de Dios en camino, están partiendo hacia el oriente, hacia el Cristo que avanza y viene a encontrarse con nosotros"(2).

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(1) Louis Bouyer, Architettura e liturgia, Edizioni Qiqajon, Magnano 1994, pp. 37-38.
(2) Joseph Ratzinger, Introduzione allo spirito della liturgia, S. Paolo, Cinisello Balsamo 2001, p. 76.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Ara Pacis (IV). La propuesta de Duany & Platter-Zyberk

El equipo formado por Elizabeth Plater-Zyberk, Oscar Machado, Douglas Duany y Ludwig Fontalvo-Abello, del estudio Duany & Plater-Zyberk presentó al concurso alternativo de Gabrielle Tagliaventi una propuesta con intervenciones edilicias muy discretas y que acepta la historia urbanística del lugar como un hecho consumado. Pero esta discreción lleva a aparejada un complejo proceso reflexivo que aplica los principios del movimiento del “nuevo urbanismo” en una ciudad histórica (el “nuevo urbanismo” nació en 1979 en Estados Unidos para compaginar las características de las ciudades tradicionales con el uso del automóvil y las grandes infraestructuras de transporte).

El “nuevo urbanismo” aboga por la máxima peatonalización sin renunciar al uso del automóvil. Por ello, y aceptando la actual Plaza Augusto Imperatore como una realidad urbana producto de una evolución histórica con la que hay que convivir. Creada para liberar el Mausoleo de Augusto de edificaciones que se le habían anexionado a lo largo de la historia y permitir la accesibilidad al edificio, irónicamente esta gran explanada acabó convirtiendo el mausoleo en un hito inaccesible. Es por eso que esta propuesta cuida mucho el reacondicionamiento del espacio público que rodea al monumento, aportando un nuevo pavimento además de la vegetación y arbolado imprescindibles en un espacio tan amplio en esas latitudes, que aporte frescor y descanso a los visitantes.

Planta general. En negro y marcado con el número 4 el único edificio de nueva planta de la propuesta

Al igual que Maurice Culot y Joseph Altuna, el estudio Duany & Plater-Zyberk conservan el edificio de Morpurgo reconociendo su valor histórico dentro de la trama urbana de la ciudad eterna. Únicamente intervienen sobre los accesos, favoreciendo la peatonalización del mismo modo que se hace en torno al Mausoleo.

Respecto a éste, se plantea su rehabilitación como teatro al aire libe en cumplimiento de los principios de la Carta de Venecia. Se asume el estado actual del edificio como un hito histórico a consolidar que no puede ser reconstruido “en estilo”. Su intervención, por tanto debe pasar por el máximo respeto a los elementos existentes y el mínimo impacto sobre los mismos de los nuevos elementos. Se elige la madera como material para el graderío así como para la columnata del mismo material que soporta la cobertura del teatro, en clara analogía al velario con el que se cubrían los anfiteatros romanos.

Planta, Alzado y Sección de la propuesta de interveción sobre el Mausoleo de Augusto

Por último, en la esquina sureste de la Plaza se construye un edificio alargado, destinado a museo y albergue de gatos. Este edificio se adapta a la trama histórica previa a las demoliciones mussolinianas y aporta un aparcamiento subterráneo, en la línea del pensamiento del “Nuevo Urbanismo” y como complemento al marcado carácter peatonal de la intervención.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Ara Pacis (III). La propuesta de Maurice Culot y Joseph Altuna.


Al igual que Leon Kirer, Maurice Culot (Sevilla, 1937, nacionalidad Belga) y Joseph Altuna apuestan por la restitución de la Escalinata de Ripetta y la reconstrucción, un tanto pretenciosa y desmesurada, del Mausoleo de Augusto. Pero a diferencia del arquitecto luxemburgués y su propuesta de trama urbana tradicional, éstos proponen una intervención más intensa que revalorice la oportunidad que un vacío urbano supone para la congestionada ciudad de Roma.

Este nuevo espacio intenta complementar los problemas actuales del entorno – el tráfico, la relación con el río, el estado de los monumentos- con una nostalgia por la Roma previa a las grandes operaciones urbanas de la época de la unificación y del fascismo, prestando especial interés los grabados románticos de Paul Letarouilly.

Planta general

La propuesta crea un eje que parte de la nueva escalinata de Ripetta, crea una plaza frente a las iglesias de San Rocco y San Girolamo, y continúa entre ambas para crear una galería pública que evoca el corredor externo creado por Vasari para los Ufizzi de Florencia. Por otra parte, en el entorno del Mausoleo se llega a una solución de compromiso entre la trama tradicional y el vacío mussoliniano mediante un edificio que crea una fachada con arcos hacia la Via de Ripetta y que se hace curva hacia el Mausoleo. El Museo del Ara Pacis de Morpurgo se conserva sin modificaciones como un elemento más en la trama histórica.

Vista desde Via di Ripetta

Por último los arquitectos se toman una licencia al evocar la fascinación por la arquitectura egipcia que hizo furor durante el segundo cuarto del siglo XIX y que se aprecia tanto por las publicaciones arqueológicas de la época como por los intentos de definir un estilo neoegipcio dentro de la espiral ecléctica que empezaba a gestarse. De esta forma, el monumento y refugio para los gatos adopta la forma de una pequeña mastaba como homenaje a esa pasión egipcia y al carácter sagrado que los gatos tenían para los egipcios.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Ara Pacis (II). La propuesta de Leon Krier.

El arquitecto Leon Krier (Luxemburgo, 1946) propuso para el concurso de remodelación de la “Piazza Augusto Imperatore”, convocado de forma independiente por Gabrielle Tagliaventi, una recuperación de la trama urbana del entorno del Mausoleo de Augusto. Convencido de que Roma es de las pocas metrópolis mundiales cuyo centro se ha librado de intervenciones urbanas agresivas, su proyecto aboga por una trama tradicional y unos edificios también tradicionales que armonicen plenamente no sólo en la composición general del ámbito a intervenir, sino con el resto de la Ciudad Eterna.

Krier pretende la reconstrucción “donde estaba y como era” del Mausoleo de Augusto y de la escalinata del Porto di Ripetta, esta última desplazada unos metros por la presencia del Puente Cavour, verdadero causante de su desaparición a finales del siglo XIX. El nuevo edificio del Museo del Ara Pacis se sitúa al lado de la nueva escalinata a modo de templo-relicario períptero. Las edificaciones que rodean al Mausoleo de Augusto tienen las características típicas de las viviendas urbanas tradicionales italianas.

Planta General

Aunque acertada a la hora de recuperar la escalinata y en la construcción del nuevo Museo, la megalómana reconstrucción del Mausoleo de Augusto (cuyo estado original puede sólo plantearse a modo de hipótesis) así como la minúscula trama que lo circundan, resultan un poco incongruentes. En su estado original, el Mausoleo dispondría de una planicie en la que lucir su magnificencia. Las pequeñas edificaciones que lo rodean recuperan la natural evolución de la ciudad, pero resultan miserables al lado del mausoleo a la vez que se impide la correcta apreciación de este.

Obviando por tanto la reconstrucción del Mausoleo, por costosa y difícilmente documentable, el resto de la propuesta ofrece varios aspectos positivos:

- Recuperación de la escalinata de Ripetta, que conecta la Ciudad con el Tíber.

- Nuevo museo a modo de templo-relicario para albergar el Ara Pacis, formalmente más adecuado para su contenido que el demolido proyecto de Morpurgo y el actual de Meier.

- Relleno de la trama urbana creando una rotonda alrededor del Mausoleo. Esta trama urbana recupera la tipología tradicional romana y permite entender el Mausoleo y su evolución a lo largo de la historia.